Se puede entender la enfermedad como una oportunidad que uno se da a sí mismo para
ayudarse a recordar quién es. Es ese punto
de inflexión en el que nos forzamos a nosotros mismos a reconocer que nos hemos olvidado de quienes
somos realmente , llegamos a un punto en que nos es imposible mirar hacia otro
lado ,teniéndonos que enfrentar
inevitablemente a nosotros mismos, pues ya no nos sirve ,mirar hacia otro lado,
echar la culpa a nada externo a nosotros .Cuando llegamos a ese punto
y miramos honestamente, podemos llegar a vislumbrar ,a intuir,
comprender que es lo que ha generado nuestro sufrimiento ,nuestra
infelicidad .Comprendemos que son
nuestras interpretaciones las que han
causado nuestra infelicidad ,que esas
causas están en nuestra mente y es allí donde se deben corregir.
Lo que no nos gusta de nosotros mismos, lo que nos es
doloroso, todo aquello que nos produce miedo y no podemos enfrentarnos a ello,
lo guardamos en la trastienda “inconsciente” creyendo que de esta forma
estaremos a salvo .Muchas veces enfermamos cuando no podemos procesar, expresar
nuestras emociones, sentimientos y estos son
reprimidos. Al ser incapaces de sentirlos, los proyectamos al exterior,
viendo nuestra ira, rencor, culpa en los demás
y así reafirmándonos en la separación.
Cualquier terapia debe de ir encaminada a dar los
pasos necesarios para volver a conectarse con el Yo Real.
El terapeuta debe acompañar a la persona en el proceso
de recordar su verdadera esencia, a que deje de interponerse en su propio
proceso de sanación .El terapeuta acompaña con ternura, con amor,
recordándole que ya es Dios.
La importancia de lo “SAGRADO” en la terapia Esenia
Egipcia:
Nuestro trabajo es esencialmente una búsqueda de lo que se llama la
curación de lo sagrado. Es el arte de conectar con el aspecto sagrado del ser
humano. Lo más importante es encontrar la esencia de la vida y ofrecerla.
No existe el terapeuta y el principio divino, tampoco existe el terapeuta y
el enfermo; existe, definitivamente, el Principio divino, el terapeuta y el
enfermo.
“El milagro de la sanación es como la música .Se dirige a los oídos del
alma sin necesidad de ser traducido o comentado”
Daniel Meurois.
Durante todo este
tiempo de formación, nos recordaban una y mil veces lo esencial que es la
conexión con lo sagrado, sin ella la terapia se convertía en otra técnica mas
.El terapeuta siempre tiene que respetar la voluntad de querer sanarse por parte de la persona, sin esa voluntad no se podrán desbloquear las resistencias a nivel
celular. Sin la voluntad de querer comprender, nada podremos hacer, pues
nosotros tan solo acompañamos al ser que se abre, poniendo todo el amor en
ello, sin expectativas y dejando que sea ella misma quién se abra a la
onda de sanación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario