"De hecho os quiero decir que hay que llegar a un punto del corazón donde ya no hay necesidad de perdonar.La noción de perdón sólo tiene sentido si previamente se ha juzgado,condenado y maldecido.No significa nada para quien ha podido amar al ser más allá de su error.El perdón es,pues,una reparación de nuestra propia incapacidad de amar incondicionalmente....La verdadera fuerza del alma no consiste en poder perdonar; estriba en la superación del ancestral reflejo de juzgar.
"El que viene"
El perdón es un proceso interno, por el cual dejo de interpretar al mundo según mis propias creencias, sanando en mi mente la imagen que tengo de él.
Perdonar es dejar de juzgar ,dejar de interponernos y permitir que nuestra verdadera naturaleza divina tome las riendas.
Cuándo perdonamos a alguien, no estamos perdonando a esa persona, sino corrigiendo la percepción que tenemos de ella, elejimos verla de otra manera ,sin pasado, sin expectativas ,sin proyecciones ...así sano mi mente. Por eso el perdón es una reparación de nuestra propia incapacidad de amar incondicionalmente.
Amar todo aquello en donde se detiene nuestra mirada,es amar "lo que es" es la aceptación profunda. Permitiendonos abrirnos a la conciencia ,en donde todo está plenamente aceptado
